El pago de honorarios de abogados cuando no se ha finalizado el caso
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La Audiencia Provincial de Barcelona ha ordenado a un cliente pagar los honorarios a su abogado tras aceptar una indemnización a través de un emoticono en WhatsApp.
El cliente, que sufrió un accidente laboral en 2018, contrató a un abogado para gestionar la obtención de una indemnización. Tras las negociaciones con la aseguradora, el abogado consiguió una oferta superior a 24.000 euros. La aceptación de la oferta se realizó mediante un intercambio de mensajes en WhatsApp. El cliente escribió: "le damos luz verde al tema. Cuando me digas paso a firmar". El abogado le respondió invitándole a firmar ese mismo día, y el cliente contestó con un emoticono de pulgar hacia arriba.
Esta respuesta fue interpretada como una confirmación definitiva de la indemnización y de los honorarios del abogado.
No obstante, posteriormente el cliente no firmó la indemnización y decidió buscar otro abogado para obtener una mejor oferta. Aunque consiguió una indemnización mayor, no pagó los honorarios acordados al primer abogado.
Por este motivo, el primer abogado procedió a demandar al cliente para reclamar los honorarios acordados, que se estipulaban en un 20% de la indemnización obtenida más IVA.
Veredicto del Tribunal
El tribunal de primera instancia falló a favor del abogado, dictaminando que el cliente debía pagar la cantidad reclamada. La Audiencia Provincial de Barcelona confirma esta decisión y desestima el recurso de apelación del cliente.
El cliente argumentó que el abogado no había realizado gestiones suficientes en su nombre, lo que justificaba su cambio de representación legal. Sin embargo, el tribunal determinó que el abogado había cumplido con su deber al asegurar una oferta de indemnización de 24.556,08 euros.
Validación de los derechos del abogado
La sentencia confirma que el abogado tiene derecho a recibir los honorarios acordados por sus servicios, independientemente de la decisión del cliente de buscar una oferta mejor con otro abogado. El tribunal consideró que el emoticono de pulgar hacia arriba constituía una aceptación inequívoca de la oferta, validando el acuerdo de honorarios.
El abogado había actuado de manera diligente y conforme dicta la buena fe contractual, la indemnización acordada era acorde al caso, por lo que no existió motivo para no pagarle por las actuaciones efectuadas, a pesar de que no resolviera finalmente el caso.
Conclusión
La Audiencia Provincial de Barcelona ha reafirmado que el abogado cumplió con sus obligaciones al obtener una indemnización, y que el cliente está obligado a pagar los honorarios acordados. La posterior búsqueda de una mejor oferta con otro abogado no anula el derecho del primer abogado a recibir su remuneración pactada.